«En los próximos 10 a 15 años, las exportaciones forestales podrían igualar a las de la ganadería y agricultura», pronosticó el Ing. Manuel Jiménez Gaona, presidente de la Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA). Resaltó que el sector forestal busca posicionarse como un pilar económico fundamental del país, sumándose como «una pata más en la mesa llamada Paraguay».
Durante el programa Gente & Negocios emitido por ABC tv, el dirigente informó que el sector maderero paraguayo exportó en 2024 montos cercanos a los US$ 100 millones. Dijo que la industria experimenta una notable evolución, destacando dos inversiones estratégicas en el norte y sur del país, que diversifican su producción hacia la celulosa, mientras que el 80% de las exportaciones actuales corresponde a carbón vegetal, contrachapado y madera sólida (tablas).
Agregó que el rubro se desarrolla en tres vertientes principales: madera sólida, celulosa y energía. Un logro importante del sector es que el 98% de la madera utilizada para productos sólidos proviene de reforestación.
Perspectivas y nuevos mercados
Consultado sobre los principales mercados de exportación, el titular de FEPAMA citó a Estados Unidos, Inglaterra, Brasil y Uruguay. A su vez, señaló que las certificaciones FSC y PEFC se han convertido en herramientas fundamentales para acceder a mercados internacionales, garantizando la trazabilidad del producto y el impacto social positivo en las comunidades.
Créditos de Carbono: la nueva herramienta
Sobre la reciente reglamentación de la Ley de Créditos de Carbono, Jiménez Gaona expresó: «Es una herramienta crucial que permite a los propietarios de bosques en la Región Oriental, limitados por la Ley de Deforestación Cero, acceder a financiación externa mediante la venta de captación de CO2». Aclaró que dicha ley no prohíbe el uso del recurso maderable, sino que regula el cambio en el uso de la tierra. Además, resaltó que Paraguay se destaca en la región por sus condiciones climáticas favorables, especialmente en el cultivo de eucalipto, logrando tasas de crecimiento superiores a las de países vecinos como Uruguay y Argentina, donde las bajas temperaturas afectan la producción.