Una plantación de bosque moderna debe tener cuatro cualidades: poseer los más altos estándares de manejo forestal, ser ambientalmente adecuada, socialmente beneficiosa y económicamente viable. Para Pina Gervassi, directora regional para América Latina de Forest Stewardship Council FSC (Consejo de Administración Forestal), en estas materias Chile lidera el mercado latinoamericano.
Hasta diciembre de 2015, las áreas certificadas bajo el estándar internacional FSC® en Chile totalizan 2.277.504,2 hectáreas entre plantaciones, bosque nativo, áreas de protección y otros, lo que constituye cerca del 70% de las plantaciones del país. Pero, la tarea continúa, básicamente trabajando con los pequeños productores, en un mercado que -cada vez más- requerirá el uso de la madera y sus derivados.
Durante el seminario sobre “Sustentabilidad en la Industria Forestal en Chile Actual: Entorno, Medio Ambiente y Comunidades”, realizado en Los Ángeles, región del Biobío, la directora regional para América Latina de FSC Pina Gervassi (nacionalidad peruana), explicó los avances de la última década y los desafíos que vienen.
¿Los bosques, son respuesta para la futura necesidad de madera?
La demanda mundial de madera y fibra tiende al crecimiento y se estima que tendremos un déficit de oferta a nivel global en los próximos años. Las plantaciones forestales manejadas de manera responsable pueden ser una alternativa de producción en áreas de bosques previamente degradados, con vocación forestal.
El uso de tecnologías sostenibles para hacer más eficiente el manejo de plantaciones puede contribuir a cubrir la demanda de madera y fibra, cada vez más creciente.
¿Qué releva de las plantaciones en Chile?
Además de la posición de liderazgo del sector forestal chileno en América Latina -respecto a la importancia en el producto bruto interno, generación de empleos y divisas por exportaciones- hoy vemos un sector comprometido a convertirse en un agente de desarrollo local. Esto se ve plasmado en una serie de proyectos locales, a diferentes escalas, donde la comunicación con la comunidad por el bien común es una constante.
¿Qué opina de que el 70 % de los bosques plantados en Chile estén certificados?
Para nosotros, como FSC, Chile es un ejemplo que demuestra que el sector de plantaciones, como un todo, puede posicionarse y actuar con los más altos estándares de manejo forestal, ambientalmente adecuado, socialmente beneficioso y económicamente viable.
Sin embargo, creemos que aún nos queda avanzar para lograr alianzas estratégicas entre las grandes empresas certificadas y los pequeños productores. También existe un potencial grande en Chile para explorar el manejo forestal responsable en bosques nativos y los de pequeños productores y comunidades
¿Y qué le parecen las plantaciones de nueva generación?
El enfoque de los bosques plantados ha cambiado significativamente a nivel global en los últimos años. La nueva generación de plantaciones busca centrarse en la sustentabilidad en todas sus áreas de desarrollo, a diferencia del pasado, donde la industria forestal de plantaciones tenía un enfoque netamente productivo y económico, por lo que hemos visto un cambio en la cultura empresarial, que hoy se demuestra a través de políticas de responsabilidad ambiental y social.
El enfoque de plantaciones de nueva generación, planteado por WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza por su sigla en inglés) ha sacado a la luz un nuevo paradigma forestal, con resultados concretos en las mejoras de las relaciones comunidad- empresa y de las medidas para preservar el medio ambiente.
En muchos casos esto ha significado un cambio estructural dentro de las mismas empresas, lo que refleja la voluntad y necesidad de trabajar de manera conjunta con los actores locales para generar soluciones a los problemas sociales y ambientales.
¿Cómo funciona el proceso de certificación?
La certificación es un proceso dinámico, de mejora continua, donde la línea de base son los estándares, pero hay muchos temas que van más allá de la parte técnica, que tienen que ver con la construcción de plataformas de diálogo e involucramiento con las comunidades, que no solamente deben hacerse en los momentos de operaciones de la empresa, sino es un tema permanente. Yo creo que en Chile ha habido un gran paso, pero es un camino que está recién comenzando.
¿A qué apunta el FSC?
La misión del FSC es el manejo forestal responsable, y para nosotros eso significa que tanto los aspectos sociales, ambientales y económicos deben convivir en un balance respecto a los intereses. Es decir, que la actividad comercial debe estar acompañada por beneficios reales por lo ambiental y social.
¿Cómo se ha desarrollado FSC en Chile?
El FSC creció exponencialmente en los últimos cinco años en Chile, con la Certificación de las empresas forestales más grandes chilenas y que no sólo tienen actividades en Chile, sino que en toda la región de América Latina, como Brasil, Colombia, Uruguay, Argentina, etc.
Vemos un gran potencial para concientizar a la sociedad civil respeto a lo que significa el manejo forestal responsable y creo que ese debe ser el enfoque en el sector forestal, como lo es Chile.
¿Cómo ha sido el rol de las empresas forestales?
Yo vine a Chile hace diez años, cuando el proceso de certificación ni siquiera había comenzado. He visto un cambio significativo en la apertura, flexibilidad y en la cultura empresarial que hoy toma en cuenta, en forma cotidiana, los temas ambientales y sociales y eso se ve reflejado en dinámicas diferentes de involucramiento, en diálogos mucho más abierto.
¿Cómo está Chile con respecto a los otros países latinoamericanos?
En cuanto a crecimiento y relevancia en el sector forestal creo que Chile le lleva una gran ventaja a otros países de Latinoamérica que tienen un sector forestal mucho menos desarrollado en términos técnicos y comerciales. Pero hay mucho por hacer en términos de posicionamiento, visibilidad de los beneficios sociales, ambientales y económicos, además de un mayor involucramiento de los consumidores y la sociedad civil para entender estos beneficios.
Fuente. Portal Corma