El Dr. Albrecht Glatzle, investigador y productor chaqueño, reconocido mundialmente por sus múltiples trabajos de investigación y sus publicaciones sobre temas relacionados al área agroforestal y de todo lo que sea producción agropecuaria, dio su opinión sobre la realidad ambiental y agroproductiva del Chaco paraguayo.
En su artículo condena la «desinformación» promovida sobre la pérdida de biodiversidad a causa de la producción, como por ejemplo sostiene la ONG Británica (Earthsight) que culpa de esta situación al carbón vegetal.
A continuación el artículo del Dr. Albrecht Glatzle:
¡Estamos cansados de este tipo de artículos alarmistas y engañosos!
«En 98 años vamos a tener un Chaco “totalmente” desarrollado, que consiste en un 35% de pasturas sembradas en áreas anteriormente deforestadas, en un 20% de pastizales naturales sin deforestación y en un 45% de vegetación boscosa. Un 10% de la superficie del Chaco ya cuenta con el estado legal de ser área silvestre protegida pública o privada. Además exige la ley dejar en promedio el 46% de cada finca en estado prístino o con alteración mínima en forma de una reserva natural, corredores, cortinas e islas de monte, es decir prácticamente sin uso. Estas disposiciones legales están respectados por más del 95% de los productores agro-ganaderos en el Chaco. Tala indiscriminada prácticamente no existe. De ahí nace imperativamente la visión futura del Chaco arriba mencionada.
La afirmación que se pierda biodiversidad en el Chaco mediante su desarrollo tan cauteloso como previsto en la ley, es claramente desinformación. Hemos demostrado un aumento de la biodiversidad (número de especies vertebrados presentes) en las fincas chaqueñas, desarrolladas de acuerdo con la ley, en comparación con el bosque chaqueño seco nativo cerrado. Esta observación irrefutable se explica por la diversificación del paisaje y la creación de nuevos biotopos en las fincas, como por ejemplo ricas pasturas, borde de monte por muchos kilómetros (biotopo muy favorable para la avifauna), paisajes tipo sabana (árboles en pasturas) y sobre todo la creación de fuentes seguras de agua, también para animales silvestres, en forma de tajamares.
Además, no existe ningún indicador de un cambio del macro-clima en el Chaco con la progresiva deforestación (¡gracias a la amenaza continua de las ONGs ambientalistas como por ejemplo el WWF de promover leyes de deforestación cero!). Las precipitaciones y temperaturas se comportan más bien cíclicas que excepcionales. Los distintos climas actuales de la Tierra se encuentran plenamente dentro de sus variabilidades naturales. Tenemos un sin fin de argumentos científicos muy fuertes que el cambio climático antropogénico (a través del CO2 benéfico) es un mito y el mayor engaño en la historia de la ciencia.
No debemos olvidar que más del 98% de los alimentos y otros productos agrícola-ganaderos que estamos consumiendo son producidos y cultivados fuera del bosque, mayormente en áres deforestadas. Es realidad irrefutable que Europa que deforestó el 99,7% de sus bosques nativos (con reforestación repetida en un 30% de la superficie) no tiene ni un producto agrícola ganadero “libre de deforestación”, pero sí exige el castigo en el mercado de nuestros productos latinoamericanos, ignorando que Sudamérica es el continente con mayor proporción de bosques a nivel global (47%). Además Europa financia ONGs como por ejemplo el WWF con millones de Euros cada año; las que persiguen la estagnación y hasta el retroceso económico del Paraguay por ignorar engañosamente todos los enormes esfuerzos que estamos haciendo para preservar los bosques chaqueños perpetuamente en un 45% (50% más que el promedio mundial) de la superficie del Chaco, sin compensación alguna por los enormes sacrificios que estamos haciendo a propia cuenta para la conservación de la naturaleza chaqueña y la creación de un ecosistema Chaco Sano y Productivo.
Si el WWF y Guyra (una ONG que estimo por sus numerosos y preciosos libros sobre la naturaleza del Chaco) quieren lograr la cooperación del sector productivo tienen que independizarse de los fondos condicionados Europeos y deben cambiar fundamentalmente su enfoque engañoso de la información difundida sobre el Chaco».
Escrito por: Albrecht Glatzle