A comienzos de marzo numerosos gremios y cámaras nos reunimos para hacer un llamado a corregir las cosas que se habían hecho mal y mejorar las que se estaban haciendo bien.
Hoy, 20 días después, más de 40.000 contagios y cerca de 500 dolorosas muertes, reafirman la urgencia de priorizar lo importante y dejar de lado las agendas políticas, ideológicas y personales.
Estamos asistiendo a un macabro juego de lucha por el poder donde priman los intereses particulares, egoístas; donde la estrategia es del enfrentamiento, de la confrontación, de la división y de la acción en comportamientos estancos.
Reafirmamos la urgencia de priorizar la búsqueda sana y decidida del bien común, de priorizar lo importante que es resolver la crisis sanitaria.
Es hora de frenar la violencia, todas las violencias. La de la incertidumbre y la ausencia de perspectivas; la que mata por desidia, incapacidad o corrupción, la del que grita, insulta e incendia; la de quienes dividen en lugar de unir, la de quienes destruyen en lugar de construir.
Hacemos un llamado a una concertación paraguaya. Cada vez que el Paraguay se enfrentó a desafíos tremendos, a guerras, supimos dejar de lado las diferencias y enfrentar al enemigo común. Hoy ese enemigo es la pandemia que mata y sus consecuencias económicas que destruyen vidas, familias y futuro, de todos. Debemos recuperar la cohesión social para enfrentar unidos a la pandemia.
Debemos poner la salud como tema prioritario en la agenda ciudadana, blindar la salud de las mezquindades políticas y del juego por el poder. La vida de la gente depende de ese compromiso de priorizar la salud concentrando el esfuerzo en las medidas de prevención para evitar contagios, asegurar el abastecimiento de insumos y medicamentos, poner el mayor empeño en la gestión por conseguir las vacunas necesarias e implementar el programa de vacunación.
Necesitamos concertar, pero no se puede dialogar con quien no quiere, o con quien está ausente. Es necesario que quienes se cierran al diálogo cambien, y quienes están ausentes digan PRESENTE. Este sigue siendo un año clave para el futuro de todos los paraguayos. No tenemos más tiempo. De esta crisis salimos juntos o no salimos!.